domingo, 13 de julio de 2014

Todos los damnificados de las zonas ribereñas son ladrones

El río subió y todos los ladrones que viven en las zonas ribereñas inundables subieron a ocupar espacios públicos, y toda la ciudadanía se puso en campaña para ayudarlos porque  "los pobrecitos la están pasando muy mal, porque perdieron sus casitas", y ahí toda iglesia, colegio, grupo, partido político instó a sus feligreses, alumnos, miembros y correligionarios a colaborar en favor de esta gente; amén que no faltó la propaganda política y religiosa con lo cual más de uno "donó" con reditúo a futuro, ¿entendéa?.
Por si no te percataste me caen mal los damnificados y me embola que me estén pidiendo lo que sea para ayudarlos.
No hay nadie, ni tan siquiera nos más honestos que trabajan y "no roban" que vivan en esas áreas, que no sea un ladrón, porque si bien no todos van pistola en mano a robar al prójimo, viven en un espacio que no les pertenece, que no debería de estar poblado, no pagan impuestos de ningún tipo, tienen acceso a agua corriente gratuita porque las conexiones son clandestinas, y pagan mensualmente G. 25.000; 15.000 o nada por el usufructo de la corriente eléctrica teniendo aparatos que consumen por valor de G. 500.000. O sea te están robando, me están robando, nos están robando a todos, y hasta el más bueno es un ladrón.
Ahora, andá a hacer vos una conexión de Essap clandestina o a manipular tu medidor de la Ande, a ver si no te caen con una multa de mierda que no podés pagar.
Pero eso no es importante, hay que ser generosos, dicen los hipócritas y te trabajan la conciencia, pero, ojo, ninguna iglesia, colegio o partido político abrió sus espacios para recibir a "los pobres damnificados".
Los hijos de su madre están asentados en plazas, calles, avenidas, terrenos con dueño pero que hoy están baldíos. Cuando baje el río muchos volverán a las riberas a seguir robándonos, pero algunos se quedarán atornillados a ese espacio que no debía ser cedido pero que lo fue por una "emergencia" que no debería existir.
El gobierno tiene la obligación de conseguir terrenos, en zonas no inundables, en áreas despobladas, parcelarlos y venderlos a precio bajo, en cómodas e interminables cuotas a esta gente para que tengan la posibilidad de construir una casita digna; que les cobren los impuestos y los servicios correspondientes y no tengan la necesidad de tocarle la pera al resto de la ciudadanía cada vez que sube el río.

Y no me vengan con el cuento que los van a reubicar muy lejos de sus lugares de trabajo y por éso no lo van a aceptar, porque hay muuuuuuuuuuuuucha gente que vive en Capiatá, Areguá, Ypacaraí, San Bernardino, etc., etc., que vienen cada día a trabajar a Asunción, así como hay muchos asuncenos que van cada día a trabajar a esas mismas ciudades, amén que seguro que en las zonas en las cuales los reubiquen conseguirán que hacer para ganarse el pan sin tener que robar a nadie.