domingo, 6 de octubre de 2013

El ejemplo que nos dan los hijos

Hace tiempo que tengo este tema rondándome en la cabeza y a medida que los días pasan, se me instala con más fuerza en el marote, o sea, o la saco o reviento, y como no quiero reventar, la saco.
Desde hace más o menos 3 meses me está tocando ver de cerca como muchas veces los intereses, frustraciones y conflictos de los adultos afectan a nuestros hijos y creo que eso no está bien.
Muchas veces los adultos discutimos, tenemos diferencias por cosas que afectan a nuestros hijos, pero como somos adultos y se supone que sabemos separar las cosas, no está bueno involucrarlos y azuzarlos como a perros de pelea para que ellos se distancien de sus amigos y compañeros a quienes quieren, por cosas que los adultos no sabemos resolver, porque somos más inmaduros que nuestros hijos.
Son demasiadas las veces que los niños nos dan ejemplos de grandeza, de amor, de solidaridad y de espíritu deportivo que tendríamos que aprender a mirar a través de los ojos de nuestros hijos y dejarnos de joder con escribanos, colacionados y pelotudeces por el estilo porque “no me gusta su cara” o “me dijeron que” y no tuve la decencia de preguntar de frente y con calma si lo que me dicen es cierto, porque no se me da la gana de reconocer los valores de otra persona porque no me cae bien.
Es una vergüenza que los adultos insten a sus hijos a alejarse de sus pares, porque los padres son unos estúpidos que no pueden portase como personas civilizadas; es vergonzoso ver padres poner en manos de sus hijos piedras y cascotes para agredir a sus compañeros; es indignante ver a madres de familia agarrarse de las mechas e insultarse como prostitutas portuarias; todo esto porque no somos capaces de portarnos como gente de bien y terminamos siendo un cachivache mal parido con cero madurez y nada de educación.
No puede ser que no podamos conversar sin agredirnos, no es posible que seamos tan cabeza dura que, cuando nos equivocamos, no tengamos la grandeza de reconocer nuestros errores y  pedir disculpas, de dejar atrás los rencores y avanzar en un camino donde las diferencias nos enriquecen y como dice Fito Páez, “el amor es más fuerte”; el amor a nuestros hijos, el amor al que recibí en mi casa y me recibió en la suya, el amor al prójimo que ayuda a crecer y no pretende destruir.
En los últimos tiempos aprendí que a mayor orgullo, menor dignidad; cuando el orgullo se me sube a la cabeza la dignidad se me baja al trasero y adquiere calidad de materia fecal.
Mi lucha diaria es por ser buena persona, por ser un ser humano que piensa y que tiene sus propias ideas. Ojo, eso no impide que de vez en cuando sea manipulada, porque como soy una mina que cree en la justicia y encima cuando me caliento con algo que creo que es injusto me llevo el mundo por delante y ahí quedo, estrellada como un huevo frito, más sola que la una, porque todos los imbéciles sin agallas que me dijeron “dale, hablá, poné la cara que te apoyamos”, huyen como ratas en un naufragio.
No me quejo, porque en esos berenjenales me meto solita, pero me da como para analizar hasta que punto me juego por personas que lo único que hacen es quejarse en los pasillos pero a la hora de la verdad no son capaces de defender cuanto piensan.
Es hora de asumir nuestra condición de adultos, es hora de aprender de los chicos, es hora de crecer , de analizar, de evaluar, de tomar conciencia que nuestros hijos son el reflejo de lo que somos y, si nosotros nos portamos como desecho cloacal, ellos serán, como mínimo, Laguna Cateura.

martes, 20 de agosto de 2013

Carta a mi hija de 13 años

Ayer, mi niña adorada cumpliste 13 años, no pude escribirte nada porque no tuve tiempo organizando el almuerzo familiar que tuvimos y donde espero lo hayas pasado muy bien.
Quiero decirte hija mía, que hay momentos, en esta etapa llamada adolescencia, que todo parece difícil, doloroso, parece que nadie te entiende y nadie te quiere. Sé que vos y yo peleamos mucho, será que nos parecemos más de lo que quisieras???. Sabe siempre que nadie te quiere tanto como papá y mamá, que si algunas veces te presionamos para que hagas algo o te decimos que no a alguna cosa que querés escuchar, es sólo porque pensamos en tu bien, aunque desde tu óptica podría parecer que no es así.
Siendo la madre plagueona y gritona que te tocó en suerte me permito decirte cuanto sigue: Cuidáte mucho, queréte mucho; no permitas que nadie influya en tus opiniones; cuando veas que alguien de tu entorno hace algo que no es acorde a tus pensamientos y educación, alejáte discretamente, pensá siempre en lo que querés para el futuro y que nada ni nadie te aparte de ese norte.
Sé siempre auténtica y honesta, contigo misma y con los demás. Priorizá los estudios, tiempo para divertirte sanamente va a haber siempre.
Que tus pasos te lleven a donde quieras ir vos, siempre habrá quien quiera convencerte que lo que otro quiere es lo que vos querés; no olvides que tu vida es tuya y nadie se va hacer responsable de tus metidas de pata más que vos.
No seas manada, sé individuo, no creas que porque muchos hacen algo, ese algo está siempre bien.
No creas todo lo que escuches, no creas todo lo que ves,  pasá siempre todo por el tamiz de tu conciencia y tu criterio.
Sos una persona maravillosa de sentimientos nobles, bella por dentro y por fuera, cariñosa   y dulce, no dejes que nada ni nadie te robe la sonrisa de la cara.
Quien no te acepta como sos, no te quiere lo suficiente para estar a tu lado; quien te propone cosas que no son correctas o no te hacen bien, no merece ser tu amigo; quien no se alegra con tus triunfos, no tiene nada que hacer en tu vida.
Respetáte y no permitas que nadie te falte al respeto.
Alimentá la mente y cuidá el cuerpo, el cuerpo es el templo donde la mente y el alma residen y son ellas las que hacen que tu cuerpo se mueva armoniosamente con el universo.
Quizá desde tu mirada yo estoy vieja, lo cual es cierto; no sé nada, lo cual no es tan cierto y no tengo todo el dinero que te gustaría para darte lo que muchas de tus amigas tienen, eso también es cierto; pero te recuerdo que tenés unos padres que te quieren mucho, una mamá que disfruta recibiendo a tus amigos y que te da todo lo que puede  dentro de sus posibilidades.
Ahora, te digo sólo ésto, no olvides que te amamos mucho, sos una estrella brillante que ilumina nuestra vida y te amamos con todo nuestro ser.

TE AMO
Mamá

lunes, 12 de agosto de 2013

Carta a mi hijo de 15 años

El viernes pasado cumpliste 15 años. Esta etapa de tu vida está llena de vivencias fantásticas y memorables,  disfrutálo  mucho.
Hoy me permito darte unos consejitos:  Preparate para la vida, estudia, lee, observa con ojos críticos; el único lugar donde todos somos absolutamente libres es en nuestros pensamientos.  No te dejes guiar ni por “el que dirán” ni por el “se dice que”; sólo tus observaciones, y tu preparación  te darán la posibilidad de tener opiniones y criterios propios. Tomarás decisiones y posturas en la vida, pero si son el producto de que vos pensás porque te tomaste el tiempo de aprender, aunque estén equivocadas  no  importa, lo que importa es que esas decisiones y posturas sean el producto de tus ideas y no de lo que otros quieren que hagas o digas.
Habrá personas a quienes gustarás y otras a quienes no, pero recordá siempre que lo que piensen y digan  los otros de vos es asunto de los otros, no es un problema tuyo y no tiene por qué afectarte.
Hacéte cargo de tus acciones, buenas o malas, no temas dar la cara y asumir la responsabilidad de tus actos. Sé humilde a la hora de reconocer tus errores y no te avergüence nunca pedir perdón de corazón.
Sé siempre generoso y abierto con el amor, la comida y el abrigo. Hay gente mala, pero hay mucha más gente buena.
Sé defensor de los más débiles, y no te olvides que muchas veces todos tenemos momentos en los que nos sentimos débiles, sentirte débil l y vulnerable no te hace menos, te hace ser humano.
Que tu norte sea ser buena persona, al margen de cualquier creencia religiosa, política o filosófica.
Sé respetuoso con tus mayores, con los niños y con las mujeres. Recordá siempre que cuando alguien dice no a una propuesta tuya  es tu obligación respetar.
No todos pensarán como vos, pero las opiniones de los demás, aunque estén en radical oposición a tus pensamientos merecen el mismo respeto  que vos y tus opiniones. Podes ser amigo de quien piensa diferente y las diferencias enriquecerán tu vida.
Aprendé desde ahora a separar las cosas, un desacuerdo laboral, académico o deportivo no tiene porque influir en el relacionamiento personal, más aun si se trata de un amigo querido, o de tu familia.
Sé solidario y no te olvides que el prójimo es el que está próximo, si no podés ser solidario con los que están cerca, mal podrías serlo con los que están lejos.
Hacer un mundo mejor depende de cada uno  y para hacerlo hay que empezar por casa.
No olvides nunca que tolerancia, respeto  y aceptación son las bases y el sostén del amor y las relaciones humanas satisfactorias.
Tené presente siempre que el éxito no es tener mucho, sino ser feliz con lo que se tiene y amar lo que se hace. 
No olvides nunca que la grandeza del corazón de un ser humano es directamente proporcional a la humildad y la generosidad del mismo 
Mi hijo, espero que sepas capitalizar los días felices, los momentos tristes, la abundancia, la pobreza, la salud y la enfermedad  en función a ser una mejor persona cada día.

TE AMO
Mamá             

domingo, 7 de julio de 2013

Entre la Devoción y la Acción


Hace poco estaba en una reunión y una de las personas presentes preparaba una lista para enviar una virgen o una cruz, no recuerdo bien, a que hiciera peregrinación por las casas de las participantes a dicho encuentro social, diciendo que  el elemento en cuestión estaba bendecido y que estaba bueno para los que estuvieran con problemas ya que haría el milagro de mejorar la situación.
Le pregunté a alguien que ya había tenido el objeto, qué le había parecido y qué tal le había resultado, me respondió un lacónico: “no sé, quizá no tengo suficiente devoción”, o sea que el mentado milagro, sea cual fuere su problema, no había ocurrido.  
Por otro lado se había designado un siguiente receptor del objeto milagroso, pero resultaba que, en consenso, había una persona en el grupo que la necesitaba más, cuando dije que se hablara con quien tenía que recibirlo para ceder su turno a la persona que lo precisaba, me dijeron que no porque el receptor designado se iba a enojar y no era el caso hacer lío, que ya se vería como se hacía llegar el objeto de devoción a esta persona con problemas sin hacer olas.
Todo este tema me dio un cierto asquito, la persona que me dijo que “quizá no tiene suficiente devoción” es una persona de acciones correctas, que trata de mirar y ayudar a quien lo necesita, es buena amiga y persona solidaria, como pocas he conocido. Y por otra parte, quien es tan “devoto” que no es capaz de ceder su turno a quien lo precise, obviamente la devoción no le sirve para ser buena persona.
Los objetos de devoción religiosa, no distan mucho de las patas de conejo y tréboles de 4 hojas, son cosas que utilizamos para canalizar la energía en el momento de tratar de materializar un pensamiento. Pero si yo tengo algo que, yo creo, me ayuda a hacer mi vida más llevadera y compartirlo con alguien que lo necesita, no me supone enfermar, morir de hambre o morir, no veo más que egoísmo en no hacerlo.
Esto tiene, o quizá no, relación con algo que aconteció hace poco en el colegio de mis hijos.
Los chicos hacen una “visita solidaria” al año, este año iban tres grados juntos a Yataity, pero uno de los grados quería desviar hasta Villarrica para visitar un orfanato, no estaba mal la idea, pero esto suponía alargar el viaje y que algunos profesores que acompañaban a los  grupos, por ejemplo, no llegasen a tiempo para cumplir con sus actividades laborales, con lo cual perderían el salario de un día, sin embargo cuando dos de los grados decidimos que seguiríamos con el plan establecido por el colegio, algunas personas del grado de la idea de ir a Villarrica se dedicaron a llamar para dejar en claro que nos veían como grupos poco solidarios. Ahora bien, ¿de qué solidaridad me hablan, cuando yo no puedo mirar al que tengo cerca, de qué sirve que me vaya lejos a hacer solidaridad si con la persona que veo todos los días y enseña a mi hijo no soy capaz de hacerlo?.
¿Sirve de algo, ir a misa, culto, o como se llame; tener vírgenes, cruces o patas de conejo si no soy capaz de mirar al prójimo (próximo) y ser solidario con él?
¿Sirve de algo  ir allá leeeeeeeeeeeeeeeeeeejos  a llevar ropas, comida o lo que me sobre si no soy capaz de considerar las necesidades del prójimo (próximo) y ser solidario con él?
Creo que la devoción y la caridad lejana solo sirven para creernos buenos, pero nada aportan cuando no hay capacidad de renuncia, de solidaridad y de caridad para con quien vive al lado nuestro, creo yo.

martes, 18 de junio de 2013

Recetas simples para los días de frío


Hoy decidí compartir con mis amigos algunas recetillas para estos días frescos que se vienen, espero que les guste!!

Gulasch
Tómese carnaza de 2º, es importante que sea una carne con mucho colágeno, por eso la carnaza de 2ª, límpiese de la grasa dura y desperdicio, córtese en cubos, por otro lado córtese a pluma la misma cantidad de cebolla, colóquese con un poquito de aceite la cebolla y un poquito de sal y déjese cocinar hasta que la cebolla sude, cuando la cebolla suda se incorpora la carne, se mezcla, se tapa y se deja cocinar, en olla a presión, desde que empieza a chillar, media hora, en cacerola común, tapada por dos horas. Ya cocido, se incorpora, una lata de cerveza, la sal, la pimienta, unas semillas de eneldo, pimentón dulce o páprika y se cocina un ratito hasta que el alcohol de la cerveza se evapore y los sabores se integren.
Si tenés una olla a presión se hace en la mitad de tiempo.

Se acompaña con arroz, fideos, puré de papas, o spetzles si tenés tiempo y ganas de hacerlos.

Para los spetzles le hace una mezcla como la de las tortillas pero un poco más espesa, huevos, harina, leche, sal, pimienta y nuez moscada, se pone a hervir agua con sal y un poquito de aceite y con un colador o una espumadera de dejan caer en el agua la mezcla en forma de gota, o sea se pone la mezcla en la espumadera o colador y con una cuchara se va rasando para que la mezcla caiga por los agujeritos, cuando suben ya están, y listo!!!


Sorrentinos de carne con salsa de tomates
Comprar las tapas de empanadas más chiquitas, las que son para empanaditas de copetín. Por otro lado, carne molida de 1ª, medio kilo alcanza para más o menos 60 sorrentinos; se cocina la carne, con cebolla, ajo y laurel, con un poquito de aceite hasta que lo que estás haciendo quede seco, se deja enfriar un rato y se procesa para que quede una pasta fina, se rellenan las tapas de empanadas, se cierran bien y se hierven más o menos 15 minutos.

Para la salsa de tomates, agarras los tomates, los limpias y hacés una salsa simple con tomates, cebolla, ajo, como más te guste y cuando está todo listo, a comerlo todo con un vinito delicioso.



Espero que les sirva y lo disfruten, en breve les paso otras recetillas para alegrar las pancitas!!!

lunes, 22 de abril de 2013

PORQUE YO NO VOTO, SEÑOR CARTES



Señor Horacio Cartes, usted ha ganado las elecciones presidenciales, presumo que limpiamente; usted no me conoce y no tiene porque hacerlo, pero si bien creo que estás líneas no las va a leer nunca me tomo el tiempo, que no me sobra, para escribir cuanto sigue.
Me llamo Mari Carmen Aparici Bellassai, soy paraguaya y no estoy inscripta en el padrón electoral y no voto por los motivos que paso a detallar.
No voto porque creo que ningún presidente puede hacer nada teniendo como parlamentarios a los impresentables de siempre, la persona que acceda a la presidencia del país puede tener muy buenas intenciones, pero con el parlamento que tenemos no llega a ningún lado.
No voto porque en todos estos años no escuché que ningún parlamentario podrá serlo por más de 2 períodos, ya sea 2 periodos como senador, 2 períodos como diputado o uno y uno y luego no volver a acceder a dicho puesto.
No voto porque no escuche ninguna propuesta de acondicionar IPS, de tal manera que todos tengamos la posibilidad de  aportar y acceder a  salud pública y jubilación
 No voto porque no vi ni oí en los últimos 24 años que el funcionario público que no trabaja será despedido y dejaremos de alimentar a los inútiles que se rascan primero la derecha y después la izquierda a costa mía, suya y de todos quienes pagamos impuestos; por el contrario el estado es cada día más grande y más inútil.
No voto porque no escuche nunca que los fueros parlamentarios no serían impedimento para que una persona sea investigada, juzgada y condenada por cualquier delito.
No voto porque no he visto, en todo este tiempo ninguna campaña política que no se centrara en los defectos del oponente y si lo hiciera en un programa de gobierno que incluyera los puntos arriba mencionados.
No voto porque, salvo honrosas excepciones, la mayoría quiere el poder, olvidándose que estar en el gobierno es servicio y no tener acceso a la ilegalidad, la prepotencia, la corrupción y el abuso.
Cuando cayeron Stroessner muchas personas esperaron cambios, algunos llegaron, otros no. Quizá lo mejor de la caída de Stroessner fue la libertad recuperada de expresarnos. Lamentablemente, los vicios que se habían instalado en la sociedad durante esos años de gobierno totalitario se enraizaron aun más. El legado de corrupción de la dictadura es tan grande que no hemos podido salir de ella, hasta ahora.
Espero señor Cartes, que usted marque la diferencia, no sé si merece la mínima gota de esperanza que estoy depositando en usted, espero que sepa elegir gente que esté deseoso de servir al pueblo y no de servirse del pueblo.
Soy consciente que esta carta y lo que está escrito en ella me pueden acarrear una multa que no puedo pagar, pero ese es otro pitopú, del cual me ocuparé cuando llegue, pero me parece justo y correcto explicar porque no me uno con entusiasmo esta fiesta cívica llamada elecciones.
Espero tener los motivos y el deseo irrefrenable de inscribirme en el padrón electoral e ir a votar en las próximas elecciones,  pero solamente el acontecer de los próximos cinco años me dirá si vale la pena hacerlo o seguir siendo una tonta que cree en la desobediencia civil como medio de presión.

Que tenga buen día.

viernes, 22 de febrero de 2013

Porque así nomás es, ¿Verdad?

Son las 12 de la noche del 22 de febrero, espero que se hagan la 1.30 para que marido vaya a buscar a hijo a una fiesta de 15, como la mayoría de las madres de todos los tiempos no duermo hasta que mis pollos estén en casa, y así me va, entre la tele y la compu, y este blog al que le están saliendo telarañas porque ya no tengo tiempo de escribirlo.
Han pasado tantas cosas en este mes y veintidós días, que no he escrito nada más que menús semanales y listas de súper, que no se por donde iniciar.
Mi hijo de 14 años se ha hecho de novia, si a los 14 años se puede llamar novia a una niña de 15 años, indudablemente para ellos la relación es seria, para mi es un dolor de cabeza, lo asumo.
Obviamente estoy vieja para los tiempos que corren y hay cosas que me parecen absurdas y fuera de lugar, como que la madre de la "amiga especial" de mi hijo lo invite a su cumpleaños de ella y lo incluya en acontecimientos familiares como si ambos niños tuvieran 25 años y estuvieran por casarse. Se me hace un poco demasiado grande el compromiso para niños que, espero, tienen una larga vida de soltería y relaciones de "amor eterno" por delante, tal y como lo hemos tenido, la mayoría de nosotros  en nuestros años de adolescentes y adultos jóvenes. Pero bueno, la señora sabrá lo que hace, aunque yo no concuerde con ella. Yo trato de educar a mis hijos como creo que es mejor para ellos e imagino que ella hará lo propio. De hecho, me consta que es una muy buena persona, aunque miremos la vida desde distintos ángulos.
En otro plano, como Dios es grande y generoso, tengo trabajo, aun no me da para pagar las cuentas, pero salvo la comida y es agradable acostarse a dormir al final del día reventada de cansancio por trabajar, por sudar la gota gorda y poner un plato de comida en la mesa.
Mi hija del medio inicia la secundaria en días nada más, ya es una adolescente, maravillosa, bella, inteligente, excelente dibujante y ávida lectora, con la cantidad justa de histeria adolescente propia de la edad. Pronto será ella quien reciba al "amigo especial" de turno, tiembla el padre, jajaja.
La peti chica, inicia el primer grado, y acá la que tiembla soy yo, a vernos con las sumas, las restas y las tareas, cuando me diga que está cansada y que quiere jugar, puf, lo que me espera de nuevo, jajaja, (es un jajaja bastante angustiado).
Mañana es sábado y a la mañana tengo que cocinar milanesas y ensalada para cubrir los pedidos de los sábados; a la tarde, vienen las Brujas, esas con quienes me junto de sábado en cuando para reír, llorar, y escuchar a Montse comentar sus "uyuyuy, uyuyuyuy" porque está leyendo "Las 50 Sombras de Grey", agradecer porque la radioterapia de Juana va bien, volver a celebrar el cumpleaños de Julia, escuchar las aventuras de Marlene en Baires, admirar en el celular los trabajos maravillosos de Carolina, reirnos como locas, de las salidas justas de Fabiola y en una de esas cae Diana, que estrena soltería y es todo un personaje de antología.
Quien no podría sentirse feliz con tanta cosa buena, aunque haya que rebuscarse para conseguir la plata para pagar los servicios y rezar a todos los santos para poder juntar el dinero para la matricula de los chicos.
Hay que ser agradecido, y como dice Violeta Parra, "Gracias a la vida que me ha dado tanto", estamos sanos, hay comida y los niños irán al colegio porque cuando uno cree de veras, cosas maravillosas pasan, aunque no haya religión, si hay fe y alegría todo viene, porque así nomás es. ¿Verdad?

martes, 1 de enero de 2013

Reflexiones del 1º de Enero de 2013


A las 9:30 de la mañana del 1º de enero, me tomo el tiempo, que hace mucho no dispongo, porque todos en esta casa aún duermen y para variar me desperté demasiado temprano, para escribir este blog al que le están saliendo telarañas.
Ya pasó Navidad, celebración del calendario cristiano; la locura, el desenfreno y la tilinguería se apoderaron, como cada año, salvajemente de gran parte de la población y surgieron las preguntas, que se repitieron una semana después para Año Nuevo: ¿qué vamos a hacer?, ¿dónde lo pasamos?, ¿con quienes lo pasamos?, y sobre todo, ¿¡qué comemos!?
Todas estas elucubraciones, muchas veces ya van regadas de sidra, cerveza helada, clericó, etc., y amenizadas con el sonido espeluznante de bombas y petardos.
Estas fiestas, tanto Navidad como Año Nuevo, son más motivo de stress que de alegría y placer. Habemos personas para quienes la Navidad es solamente un convencionalismo social. Yo no soy cristiana y no me siento tocada por esta celebración, me gusta encontrarme con la gente que quiero, pero las felicitaciones de Navidad me sacan de quicio, no las entiendo, no las comprendo y no siento que tengan nada que ver conmigo. Amén, que se presentan posibilidades de compartir con gente que preferiría tener lejos y con quienes solo nos une el parentesco.
Esto se engloba en las preguntas antes mencionadas.
Que conste, que me conviene que la gente coma de todo y me pida a mí que les cocine, pero generalmente se hacen comidas elaboradas, caras y en cantidades superlativas. Si hay niños, esa comida no sirve, los niños comen milanesas, panchos, hamburguesas, bifes, puré de papas, fideos, etc.
A esto le sumamos el trago: vino, cerveza, sidra y el que puede, champan, si es posible mucho, especialmente en Año Nuevo, como para terminar al día siguiente abrazado al inodoro.
Cada año estas fiestas “maravillosas” dejan un tendal de intoxicados por el exceso de alcohol y por supuesto por haber comido de todo y de más; heridos y muertos, por accidentes viales, petardos y balas perdidas que mucha gente aun no se entera que está como el culito tirar. De hecho la Navidad ya dejó una niña muerta por la bestialidad de un imbécil que no tuvo mejor idea que salir a disparar su pistola “para celebrar la Navidad”.
En año nuevo se hacen proyectos medio exagerados y estúpidos como: voy a bajar los 40 kilos que tengo demás y que los subí en años y años de comer como si se acabara el mundo mañana, voy a dejar de fumar mañana mismo y el mejor de todos con la resaca pateándonos el marote: nunca más voy a chupar, jejeje, ése es un propósito por demás idiota teniendo en cuenta que sobró sidra para calmar la sed de un batallón y está bueno que se acabe pronto.
Ya pasó la locura, algunos tuvieron la suerte de pasarlo como y con quienes querían y la mayoría la pasó como pudo, mostrando la mejor cara de hipócrita a la suegra que no puede ni ver. Ahora hay que ver que se come hoy, porque aunque desde que empezó diciembre nos hemos estado comiendo la vida, cuando despertamos el 1º de enero, el hambre se hace sentir y en el mejor de los casos sobró comida de ayer, en otros amaneció la heladera con un poco de leche y dos bananas porque a más de uno se le olvidó que hoy no hay un miserable súper o coreano abierto.
Mañana la mayoría retomamos la rutina diaria, otros afortunados se preparan para ir de vacaciones y como para ir de vacaciones hay que estar medianamente presentable para que el biquini no demuestre todo un año de excesos comienzan las dietas salvajes “de la luna”, “de la Nasa”, “del apio y la cebolla” y por supuesto, los ejercicios extenuantes que no hicimos en todo el año y que ahora con el calor de 42 grados nos ponemos a hacer.
Y así nos va, un año que se fue, para algunos fue bueno, para otros malo y para la mayoría más o menos, con cosas buenas y otras no tanto.
El año que llegó hace unas horas traerá consigo muchas cosas, algunas buenas y otras no tanto, lamentablemente no podremos evitar las campañas políticas, la suba de precios de la canasta familiar, las luchas diarias por retener el sueldito por unas horas más, la pelotera diaria con los hijos, etc., etc. Traerá también, nuevos proyectos laborales, esperanzas económicas, sueños inalcanzables, logros de nuestros hijos y logros propios, amigos a quienes abrazar, miles de millones de catárticas tazas de café con las amigas, familia sanguínea y no sanguínea en quienes apoyarnos.
Por lo pronto deseo para todos: Salud, Alegría, Sabiduría, Sentido Común y Dinero (el trabajo viene de todas maneras), brazos largos para abrazar mucho, corazón grande para amar mucho, sangre de pato para que las boludeces no afecten y risas en cantidades superlativas.