martes, 20 de agosto de 2013

Carta a mi hija de 13 años

Ayer, mi niña adorada cumpliste 13 años, no pude escribirte nada porque no tuve tiempo organizando el almuerzo familiar que tuvimos y donde espero lo hayas pasado muy bien.
Quiero decirte hija mía, que hay momentos, en esta etapa llamada adolescencia, que todo parece difícil, doloroso, parece que nadie te entiende y nadie te quiere. Sé que vos y yo peleamos mucho, será que nos parecemos más de lo que quisieras???. Sabe siempre que nadie te quiere tanto como papá y mamá, que si algunas veces te presionamos para que hagas algo o te decimos que no a alguna cosa que querés escuchar, es sólo porque pensamos en tu bien, aunque desde tu óptica podría parecer que no es así.
Siendo la madre plagueona y gritona que te tocó en suerte me permito decirte cuanto sigue: Cuidáte mucho, queréte mucho; no permitas que nadie influya en tus opiniones; cuando veas que alguien de tu entorno hace algo que no es acorde a tus pensamientos y educación, alejáte discretamente, pensá siempre en lo que querés para el futuro y que nada ni nadie te aparte de ese norte.
Sé siempre auténtica y honesta, contigo misma y con los demás. Priorizá los estudios, tiempo para divertirte sanamente va a haber siempre.
Que tus pasos te lleven a donde quieras ir vos, siempre habrá quien quiera convencerte que lo que otro quiere es lo que vos querés; no olvides que tu vida es tuya y nadie se va hacer responsable de tus metidas de pata más que vos.
No seas manada, sé individuo, no creas que porque muchos hacen algo, ese algo está siempre bien.
No creas todo lo que escuches, no creas todo lo que ves,  pasá siempre todo por el tamiz de tu conciencia y tu criterio.
Sos una persona maravillosa de sentimientos nobles, bella por dentro y por fuera, cariñosa   y dulce, no dejes que nada ni nadie te robe la sonrisa de la cara.
Quien no te acepta como sos, no te quiere lo suficiente para estar a tu lado; quien te propone cosas que no son correctas o no te hacen bien, no merece ser tu amigo; quien no se alegra con tus triunfos, no tiene nada que hacer en tu vida.
Respetáte y no permitas que nadie te falte al respeto.
Alimentá la mente y cuidá el cuerpo, el cuerpo es el templo donde la mente y el alma residen y son ellas las que hacen que tu cuerpo se mueva armoniosamente con el universo.
Quizá desde tu mirada yo estoy vieja, lo cual es cierto; no sé nada, lo cual no es tan cierto y no tengo todo el dinero que te gustaría para darte lo que muchas de tus amigas tienen, eso también es cierto; pero te recuerdo que tenés unos padres que te quieren mucho, una mamá que disfruta recibiendo a tus amigos y que te da todo lo que puede  dentro de sus posibilidades.
Ahora, te digo sólo ésto, no olvides que te amamos mucho, sos una estrella brillante que ilumina nuestra vida y te amamos con todo nuestro ser.

TE AMO
Mamá

No hay comentarios:

Publicar un comentario