lunes, 30 de enero de 2012

Mi postura con relación al Marco Rector

Hoy entre las muchas cosas que se cuelgan en el Facebook, alguien colgó una “foto del muro que decía “no al Marco Rector”, este es un tema que hace mucho está siendo conversado por diferentes grupos sociales, hay gente a favor, hay gente en contra.
Ahora bien, quiero aclarar que mis hijos van a un colegio que no es confesional, que creo profundamente en la libertad de las personas y que trato de educar a mis hijos en esa libertad, así como también en el respeto, la aceptación y la tolerancia, valores que considero fundamentales para vivir en sociedad.
No estoy a favor ni en contra del Marco Rector, me es indiferente, creo que el colegio debe enseñar y no educar, es por eso que mis hijos van a un colegio que no es confesional, el trabajo de educar nos corresponde a los padres y no me importa que le digan en el colegio o en la Iglesia, yo me ocupo de aclarar las ideas de mis hijos.
Ejemplifico: mis hijos decidieron, porque ellos decidieron bautizarse y hacerse católicos, no fue una imposición o una sugerencia mía  o de mi marido, cuando tuvieron 9 años, los dos mayores dijeron que querían bautizarse y hacer la primera comunión, yo he sido bautizada, pero no me considero ni tan siquiera cristiana, no comparto mucho de lo que las Iglesias y sectas cristianas predican, soy agnóstica. El caso es que cuando les hablaron del pecado, vinieron angustiadísimos sin saber que era un pecado y si estaban pecando, acá ejerzo mi derecho a educar a mis hijos como yo quiero y les digo: “mirá mi hijo/a, el pecado a tu edad no existe, y la gente normal y de buen corazón no peca, comete errores. Pecar es cuando uno hace algo con la manifiesta intención de hacer daño a otro, o cuando uno hace algo que sabe que está mal”, ellos lo entendieron y dejaron de angustiarse.
Creo que se ha declarado una batalla campal entre los conservadores y el estado que quiere implementar este Marco Rector, con los conservadores que he conversado, cuando les pregunto porque no al Marco Rector, percibo temor, no sé a que; escucho “no me gusta”, sin un argumento firme y fundamentado que avale el “no me gusta” o el argumento religioso.
Pienso que encaran mal el asunto, yo digo lo siguiente: vivimos en un país tercermundista, donde las necesidades básicas de educación, salud y seguridad para TODOS, minorías y mayorías, no están cubiertas. Pago mis impuestos, y creo que, si bien son importantes las necesidades de las minorías, hay necesidades que nos afectan a TODOS y son prioritarias.
Cuando las necesidades básicas de TODOS están cubiertas, cuando haya educación para TODOS, cuando la salud no sea un derecho de TODOS, cuando TODOS podamos vivir sin estar presos en nuestros hogares, ocupémonos de las minorías.
Quiero que con mis impuestos se resuelvan éstos problemas, quiero que el gobierno invierta dinero en escuelas decentes y maestros bien pagados para todos los habitantes de esta país, quiero que la salud sea publica y gratuita para todos los habitantes de este país, quiero que haya un policía bien pagado en cada esquina y protegiendo a todos los habitantes de este país, quiero una justicia imparcial, objetiva para todos, sin importar edad, partido político, situación económica, color de piel o religión.
En tanto y en cuanto, estos problemas no estén resueltos, me perdonarán las minorías, con quienes simpatizo, pero ustedes deberán de esperar, porque LAS MINORÍAS SON PARTE DE TODOS EN ESTE PAÍS.

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