miércoles, 21 de diciembre de 2011

A Días de la "Noche de Paz..."

Estamos a días de la Navidad, ya pusimos el árbol deshojado, el pesebre extendido en la mitad de la sala y andamos por la casa chutando los cachivaches alusivos, tratando de no reventar los colgantes, puestos en las puertas, de un cabezazo.
Ahora a ver donde y con quien la pasamos, realmente mi deseo más profundo es pasarla en casita, sola con mis hijos y si alguien quiere venir que se anote..., pero no puede ser, la "noche de Paz..." conllva reuniones familiares; un exceso de comida que, con el dolor de mi alma mucha de ella, se tira porque los padres, poco previsores, no dan de comer a sus hijos antes de salir de casa algo que les gusta, y después, como están apurados por jugar, dejan un monton de comida en los platos, que la aquí presente termina comiendosela porque no tolera tirar comida.
Y a no olvidar los putos petardos que ponen en peligro manitos y caritas, alteran a los animales y a mi humilde persona.
No olvidemos los ríos de cerveza, sidra, vino y cuanta bebida espirituosa sea posible agarrar para atontar el cerebro y olvidar la pavada ésta de la "Navidad en Familia"
Obviamente, no a todo el mundo estás fiestas le producen le depresión y el fastidio que a mi, pero encuentro mucha gente que piensa igual que yo y que, como a mí, el fastidio ya le empieza al iniciar diciembre.
Mientras escribo, mis hijas se están peleando por ver quien termina de poner las guirnaldas y los globos que faltaban en el árbol de porquería.
Para empezar esta semana espeluznante, que todavía no se acaba, el lunes estuve toda descompuesta con nauseas y malestar, dice el médico que es el calor, y debe ser, porque posibilidad de embarazo "0", ya que inteligentemente, hace 5 años tomé las precauciones pertinentes para no volver a tener ese tipo de percances.
Me aso, el calor me agobia y me altera pensar en lo que se viene el fin de semana.
YA QUIERO QUE SEA 7 DE ENERO!!!!. que hayan pasado estas fiestas maravillosas, que los reyes magos hayan dejado sus regalitos y que la vida vuelva a la relativa normalidad en tiempo de vacaciones.
Mientras tanato a ejercitar el estoicismo, y soportor toda la pavada que se viene de acá al 31 y diciembre, con su colita menos amarga de Reyes, que al menos éso si realmente hace feliz a los niños.

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