lunes, 12 de diciembre de 2011

Reflexiones sobre el servicio doméstico un lunes de diciembre

Es lunes, es diciembre, hace caloooooooooooooooooooooooooooooor, el caigüe me mata.
Como ya no podía ver el piso de la cocina como estaba, hoy fui al super y compré, un cepillo de cerdas duras y cif.
Llego a casa y meta a cepillar los pisos, los dejé impecables, parecen otros, el problema es que con los pisos limpios me quedó el cuerpo todo tembleque. Me tuve que acostar un rato porque sentía los brazos y las piernas de trapo, sentía que el corazón se me iba a salir.
Igual, al rato bajé, y ver ésos pisos en su color real, sin las manchas de mugre que no salen aunque repases, es una gloria. Ahora bien, estaría bueno no tener que hacerlo yo, poder decirle a la mujer que viene 2 veces a la semana que lo haga, pero resulta que la señorita es ejecutiva y ciertas cosas no se le pueden pedir.
Mi secre por horas NO barre la vereda, NO hace limpieza profunda de los pisos, NO va a hacer un mandado, NO trabaja en feriados reales ni fabricados unque una le pague un extra, NO saca la ropa del alambre ni la cuelga a menos que sea por expresa solicitud en papel sellado de 80 y con firma del ministro y cuando se le pide algo que no le gusta pone cara de culo afligido.
La secre por horas se queja si los chicos dejan ropa repartida por los muebles de su cuarto, invariablemente cuando se va me deja los papeles de limpiar los vidros sobre los muebles de la sala o donde hayan caído, los liquidos de limpieza sobre la mesada de la cocina y los trapos de limpiar los muebles perdidos sobre algun mueble y no termina de planchar la ropa que hay. Cada cierto tiempo los olvidos se acentúan y cada cierto tiempo comento como al pasar sin dar mucha importancia que "la otra vez encontré los papeles de limpiar los vidrios en los muebles de la sala"; Fabiola piensa que está buscando que le haga un lío y le pida que se vaya, pero si a éso apunta, la secre va muerta, porque con la escasez de servicio doméstico que hay, obviamente no le voy a decir que se vaya.
Es increíble, con tanta necesidad de trabajo que hay, la gente no quiere trabajar.
Como les conté alguna vez he cambiado 18 empleadas en 2 años, han venido y se han ido con todas las excusas imaginables, desde: "no me hallo", que todavía no sé que carajos significa en español, hasta "tu marido me faltó al respeto", cuando marido no hay en casa en todo el día y ellas que no saben explicar en que consiste la falta de respeto, no lo ven cuando llegan ni cuando se van.
Si todo ésto que cuento me pasara sólo a mí, yo pensaría que el problema está en mi casa, en mi familia, pero con quien hablo cuenta historias similares, entonces a la única conclusión a la que llego es que no quieren trabajar.
¿Será que los pelotudos que trabajamos todo el día, sin que nos importe si es sábado, domingo o feriado estamos mmal de la cabeza?
Dejo la reflexión para ver que opinan ustedes.

1 comentario:

  1. Mari que sorpresa grata me llevé hoy cuando mi princesa me muestra tu blog.Ya que no podemos largar las interminables mugres y los interminables desordenes de nuestras vidas para sentarnos a intercambias vivencias parecidas, encontrar tu blog es un lujo. ¿Porqueee no me avisaste que escribías???!! me encanta!! Desde ahora pasas a formar parte de mis blogs recomendados. Y lo de la empleada bueh...yo tuve tres o cuatro no me acuerdo, la ultima era divina con los chicos , estudiante, educada, nambré, pero no limpiaba nada, NADA, NADAAAAAAa, un dia me encontre gusanos en el basurero, y decidi dejar de pagar por su amable compañia. Un abrazo de otra que huye de la depresion domestica...

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